Los topos, como los pájaros, se despiertan con el día bajo su cielo de tierra.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
A Félix Rodríguez de la Fuente le gustaría saber que todavía hoy “los lobos, si se tiene suerte, pueden verse merodear a lo lejos rondando por los senderos de los ciervos y los caminos de los hombres.”
Tal y como nos contó hace unas semanas, desde la Sierra de la Culebra, Vicente:
“Por aquí ha nevado, ha llovido y el campo está repleto de agua. Los cauces de ríos y arroyos están rebosantes de aguas furiosas y murmullos cristalinos.
En el horizonte se divisan las cumbres nevadas de las montañas y por el cielo cabalgan nubes grises soltando chaparrones que, cuando se abren, provocan el despliegue del arco iris. Hace frío y en algunos momentos sólo apetece sentarse a la lumbre y asar castañas.
Los lobos, si se tiene suerte, pueden verse merodear a lo lejos rondando por los senderos de los ciervos y los caminos de los hombres, rebuscando alguna presa debilitada por el frío.
En fin es el invierno, a veces triste, pero siempre sorprendente.”
Un saludo de Vicente Matellán
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FOTO: Lobo salvaje en la Sierra de la Culebra
(Zamora)
AUTOR: Vicente Matellán
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MIRA EN VIDEO PINCHANDO AQUÍ A UN GRUPO FAMILIAR DE LOBOS SALVAJES GRABADO POR VICENTE y el artículo EL LOBO PATERNAL.