Aunque las granadas se vean ya rojas, no es conveniente recolectarlas demasiado pronto, pues se arrugan, así que lo mejor es dejarlas aún en el árbol.
Juan Carlos Delgado Expósito
Juan Carlos Delgado Expósito
El suelo de esta dehesa es pura piedra. Y muy caliza. Huele divinamente pues hay, como en todos los terrenos poco fértiles, gran cantidad de labiadas. Ahora, cuando ya se vislumbra el fin del invierno, el colorido es variadísimo. Para dar fe te adjunto las fotos de unos iris que, literalmente, han nacido de las piedras.
Un abrazo. Joaquín