ACTUALIDAD NATURAL
AL PEZ DEL PUERTO LE ASUSTA LA SOMBRA
MÓNICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO
ABC, 28-11-1998
AL PEZ DEL PUERTO LE ASUSTA LA SOMBRA
MÓNICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO
ABC, 28-11-1998
LA CARTERA NO LLAMA
La cartera no llama dos veces. Pasa de largo si no figura en la dirección el número de mi casa. Y está en su derecho porque, como dice ella misma, “yo cumplo el reglamento”, a lo que se suma que esta cartera que ha venido a sustituir a la que teníamos, es muy joven y la juventud, lejos de ser tierna, es dura como una roca.
Me avisó mi hermana: me han devuelto el christma y pone: “dirección incompleta”. Le falta el número. Mi casa linda por el este y por el sur con caminos de vacas, al oeste con un maizal y al norte con un campo de hierba de tres siegas. El número de la casa más cercana es el doce. Yo tengo el 92. Imagino que me corresponde porque vine a vivir aquí en ese año, en 1992.
Así que he dibujado sobre mi buzón el 92. En cuanto me fui hacia atrás para ver cómo se veía, noté que mi casa se había transformado por completo. Lo que hace un número. Aquello, ya tenía otro aspecto, como de calle civilizada. Nos faltará la traída de agua, pero, mira, tengo un número en el campo.
Estoy aprendiendo muchísimo: que la correspondencia no nos pertenece y que, el dueño, es el remitente, y Correos, su custodio. Pero a su vez estoy tan triste que mi marido se fue a correos, que puede que sea la cosa más bonita de este pueblo, junto a la vía, y dijo: “Vengo a enviar una carta a mi mujer”. Muy bien, pero tiene que poner el número, le indicó la cartera con el reglamento en la cabeza. “Se me acaba de olvidar”, dijo mi marido. Bueno, entonces sepa que se le devolverá al remitente. “El remitente soy yo, y como ya le he dicho, no me acuerdo del número, y por favor, la quiero certificada y urgente”.
Ayer pasó la cartera y me dejó las cartas del banco. Perdona, le dije, “¿sabes algo de la carta de mi marido?”, y por primera vez, sonrío la cartera, casi llegó a reírse, cuando le dije…”es que estoy deseando saber qué me ha puesto”.
Mi marido, que esperaba detrás, me preguntó muerto de risa, “¿ha llegado mi carta?”. No, así que, venga, dime, ¿qué me has puesto? Bueno, te lo diré, es un christma y pone: “Feliz Navidad a todos los carteros de buena voluntad”.
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