HIELO

TRAER EL HIELO

Las nubes impedían ver ayer el gran témpano de hielo que se desprendió de la Antártida y que navega en estos momentos a la deriva por el Atlántico Sur. Según Pedro Skvarka, glaciólogo del Instituto Antártico Argentino, este iceberg se romperá en pedazos cada vez más pequeños al llegar a las aguas tempestuosas.

Está hecho de agua dulce. El mar congelado es distinto, porque el hielo de agua marina, al tener tanta sal disuelta, es mucho más delgado, y no suele superar los dos metros y medio de espesor; y es más granuloso, y mucho más plástico que el hielo dulce. Además, como un iceberg se hace con la nieve que va nevando sobre el continente, y con los ríos helados; está mucho menos colonizado por las algas que el agua marina congelada; es decir: el iceberg es cien por cien agua pura.

La tecnología nos permitirá, si el tiempo no lo impide, saber desde el cielo donde flota hoy este kilométrico témpano azul lleno de agua dulce; pero nadie en el mundo será hoy capaz de traer este hielo hasta nuestras sedientas tierras.

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