PEREGRINO

UN TIBURÓN SE BEBE EL MAR

Acaba de llegar el tiburón peregrino al golfo de León, informa desde el “María de los Ángeles” Manuel Perelló, pescador que salió ayer a la cigala, a pesar del viento de tramontana.

El tiburón peregrino Cetorhinus maximus, es uno de los peces más grandes del mundo: los que han visto Manuel y su hermano medían 7 metros, aunque el peregrino puede alcanzar los 16 metros de longitud total. Como es un tiburón, tiene aberturas branquiales sin opérculo, pero los dientes diminutos. En realidad el peregrino es todo arcos branquiales, tan altos y tan grandes que casi le rodean la cabeza y le dan un aspecto de señora que lleva puesto un collar de perlas de cinco vueltas alrededor del cuello. Tienen en todo momento la boca abierta, de noche y de día, y el mar le entra por la boca, y le sale por las branquias, es decir, se alimenta al mismo tiempo que respira o, según se mire, respira mientras se alimenta; cada tiburón peregrino, en una hora y a dos nudos de velocidad, se bebe mil quinientas toneladas de mar para colar el plancton, algo que no hizo en invierno, cuando el filtro branquial se reabsorbe y no come.

Ayer, bajo el granizo, había gente paseando por la playa; flores sin perfume caían del camelio y, en el mar, uno de los tiburones más grandes del mundo mordía solo el agua.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, 18-4-1998

Fondo de Artículos

de la Naturaleza de

www.aceytuno.com

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