RAYOS

EL RAYO DORMIDO

Hay rayos que se quedan a dormir dentro de los árboles y que no se despiertan hasta que pasa la noche y sale el sol y el aire se seca y, entonces, inician el incendio.

Algunos duermen dos días seguidos. Según Óscar Catalán, bombero, el árbol que tiene un rayo dormido suele presentar una cicatriz en forma de espiral sobre la corteza como si el rayo no quisiera tomar tierra en línea recta sino dando vueltas alrededor del tronco, enroscándose como un bailarín de la copa a las raíces, de donde a veces sale para seguir su camino bajo tierra y entrar a dormir en el árbol de al lado. En el valle de Ayora, en Valencia, el 99,9 por ciento de los incendios forestales se inician por rayo, según los estudios efectuados por la asociación de lucha contra incendios de Ayora y la Valle; de ahí la importancia de localizar los rayos que caen sobre las carrascas durante las tormentas de verano, como la que tuvo lugar en este valle el pasado viernes. Si se encuentran, se evita el incendio, y hasta sobrevive el árbol que tiene dentro, dormido, un rayo.

En Galicia vive una secuoya gigante a la que le han caído dos rayos en lo que va de año, y ahí sigue, quemada hasta la médula, protegiendo la casa y dando, nadie sabe cómo, todavía rumor de pájaros y de ramas.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, 6-9-2004

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