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Cada vez que le digo a la dependienta de una tienda que no me ponga bolsa con el artículo que acabo de comprar, me mira como si fuera un bicho raro.
En vez de bolso suelo llevar un capacho de boca tan ancha como la de un engañapastores y allí va cayendo, al vuelo, todo lo que antes requería envoltorio.
Con la compra, a veces me olvido, pero procuro llevar una bolsa enorme de lona, o un carrrito de los de siempre, para no llenarme de bolsas que, aunque luego utilice para otras cosas, en su mayoría quedan en el fondo de un cesto.
No hay cosa que más me irrite que verlas volando por el campo, o aún peor, en la orilla de la playa.
Una vez me contaron que en Perú hay un desierto hermosísimo por donde vuelan a millones las bolsas de plástico y me pareció la imagen más pobre posible: una tierra sin agua y sin belleza.
Es la diferencia, para mí, entre la pobreza y la miseria: la pobreza es digna, y la miseria es terrible, porque no le queda siquiera la belleza del paisaje.
Esta foto de una tortuga marina arrastrando un saco nos la ha enviado la doctora Natacha Aguilar de Soto, y la imagen, lo dice todo.
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Mónica Fernández-Aceytuno
A las 11:34 del 7-8-2010
BUZOS…artículo de hoy sábado en ABC.
Natacha Aguilar de Soto, desde Nueva Zelanda:
La tortuga la encontramos asi ¡y la salvamos! Es una tortuga boba (Caretta caretta),
amenazada y considerada crítica por la UE (Directiva Hábitat).
La foto está tomada en Canarias, la bolsa es un saco de papas enredado en el cuello de la tortuga, pero podría ser cualquier cosa: aves y tortugas se enredan en bolsas, trozos de redes, anillas de las que unen las latas, etc, etc.
Una vez presencié en alta mar a dos alcatraces (Morus) que, durante horas, trabajaron con sus picos para liberar a uno de ellos enredado con un plástico en el cuello…¡lo consiguieron!
Los alcatraces son de las aves más hermosas…blancas y con las puntas de las alas negras, el pico y los ojos azules contrastando con el rubio mostaza de su cabeza. Navegan con una elegancia asombrosa por los océanos, y perder una vida tan bonita por un trozo de plástico es una desgracia, y es fácil de evitar…hay que cambiar la ley de embalajes nacional para que esté prohibido el absurdo de que los pimientos se envuelvan de en uno y que estas bolas plásticas vayan en una bolsa más; para que sea obligatorio cobrar por las bolsas plásticas en las tiendas y eso nos recuerde llevar las de tela. No nos damos cuenta, pero una sola de esas bolsas que vuelan en las ciudades turísticas ahora en verano, uno solo de esos globos tan bonitos que escapan al cielo y luego caen al mar, puede matar a un animal que puede vivir tantos años como una persona, en el caso de la Caretta, o más de 100 años en otras especies de tortugas marinas. Los plásticos matan miles de animales al año, pero con que una de cada 10 personas deje de consumir una bolsa plástica al día, en toda la península ibérica ¡se ahorrarían más de dos Billones de bolsas en un solo año!…Todos podemos ser una de esas diez personas.
Saludos
Dra. Natacha Aguilar de Soto
Directora Línea de Investigación de Cetáceos
Grupo de Investigación BIOECOMAC
Dpto. Biología Animal
Universidad de La Laguna
Tenerife, Islas Canarias
