Adentrarse en alta mar apartándose de la tierra. "que se…
Cuchichiar
Al anochecer brilla la avena y se oscurecen las perdices. Dice San Isidoro que la perdiz tomó el nombre de su mismo canto. Cantan las perdices en los sembrados la etimología de su nombre.
Y de ellas, van surgiendo palabras que no habíamos escuchado, como la de horrar, pronunciada casi con “j” en Andalucía, y sobre cuyo término estuvimos conversando en Twitter el martes pasado. Luego, por el camino, han aparecido otras que no teníamos, para el canto de la perdiz, como cuchichiar, o ajear para su reclamo.
Lo curioso es que hay términos relacionados con la perdiz que han venido a formar parte de nuestra vida, como desperdigarse, referido a lo que sucede si alguien se lleva a un perdigón de la nidada y los demás echan a correr en todas las direcciones, desperdigándose. En la foto de la nidada de perdigones de Domínguez, resulta curioso observar que ya tienen los pollos las patas rojas características de las perdices que Miguel Delibes llamaba, precisamente, patirrojas.
Por cierto: ¿Alguien sabría resolver la pregunta que nos ha dejado Carlos por aquí? Me ha encantado la frase de Watson y Holmes: “Lo más insignificante o lo más grotesco pueden esconder una interesante historia”
Buenos días,
Mónica