Nos cuenta Joaquín desde Sevilla, como siempre, algo precioso: que hay años que el peso de las flores puede
Cuando ayer por la tarde estuve fotografiando a los estorninos pintos que primero se posaron
Buenas de nuevo. Bienvenid@ a este lugar de la Naturaleza.
Cuando ayer por la tarde estuve fotografiando a los estorninos pintos que primero se posaron sobre el castaño, y luego en los robles, siempre en lo más alto, de pronto me recordó su plumaje al de las gallinas de Guinea (Numida meleagris), las pintadas, por tener las pintas blancas de las lágrimas de la meleágridas, las hijas de Meleagro en la mitología griega, y que por llorar tanto la muerte del padre, su madre, Artemisa, las convirtió en pintadas.
Están llenos de luz, como de lágrima, y de brillos irisados verdes y violetas, cuando les da el último rayo de sol de la tarde.
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Mónica Fernández-Aceytuno
A las 6:30 de la noche cuando
he salido a mirar las Leónidas.
No vi pasar ni una, claro, por las
nubes, pero se veían como pintas
de luz, lejanas como las
estrellas, las luces del otro
lado del valle.
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