CARNOTA Bajo la pasarela de madera que lleva al infinito,…
En Daimiel
Como en el mejor de los palacios me sentí ayer por la tarde en este refugio, bajo la lluvia, en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Un observatorio de aves sobre la tabla de agua salpicada por la lluvia, con ese ruido, jamás oído antes, de la lluvia sobre la masiega y los carrizos y las eneas, que es distinto del ruido del agua sobre las hojas de los árboles, menos contundente, más ligero y musical. Pasaron bandos de avefrías, o eso me pareció por lo ruidosas que eran, un zampullín y una garceta entre otras aves, además de las grullas, pero fue el tiempo, el agua y la luz, lo que me gustó desde ahí ver pasar.
Buenos días,
Mónica