Me dio tiempo de ver buitres, algunas palomas torcaces, un cormorán, aviones roqueros que anidan bajo los ojos del puente.
Pilar López
Pilar López
Me resulta doloroso escribirte desde aquí.
Pero hubieras disfrutado mucho de ver tantas aves distintas, como hay en la selva lluviosa de Panamá, tantas con el pecho amarillo que hay un libro entero solo de las aves que tienen este color en las plumas. Se posan en lo alto de unos árboles que pelean por la luz más que por la lluvia. Lo que sobra en Panamá es agua. Y las plantas luchan por ascender al sol, como si la falta de luz les diera sed. Hay lianas estranguladoras y árboles suicidas que mueren cuando florecen, y palmas reales y mimosas de tanta altura que para divisar algo hay que subirse a una torre de treinta metros, y entonces se ve el río Chagres, rojizo por el arrastre de las lluvias, y el canal de Panamá que, al contrario del río que viene abierto y lleno de islas con sus ranchos de palma real y su ropa tendida de los indígenas, el canal es de líneas más artificiales y con desniveles de 26 metros sobre el mar.
Cuentan que Panamá, quiere decir abundancia de peces, de mariposas y de aves. Mariposas grandes como una mano, azules e irisadas, y otras tan ligeras y amarillas como las hojas del chopo. Y hay veces que te parece ver otra mariposa, y resulta que es un colibrí. Porque Valentín, no sabes cuántos pájaros he visto distintos, pequeños como la carriza, cuyo nombre fijaste tú en el diccionario, o grandes como un mirlo que parecen negros pero luego abren las alas y resulta que al volar se ve que tienen el pecho de un rojo muy vivo, o amarillo. Hay mucho amarillo en Panamá, también en las orquídeas. Y he visto golondrinas, pero no a los vencejos sobre los que tú y yo discrepamos tanto, de si dormían o no en el aire. Será imposible ya ver uno sin recordarlo.
Descansa en paz,amigo y maestro, en el cielo de los vencejos.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, domingo 19-12-2010
Fondo de Artículos de
www.aceytuno.com