Querida Mónica:
Suscribo íntegramente tu comentario de hoy. El problema está en que los carballos no tienen ninguna utilización económicamente rentable, aparte de su utilización como combustible en las zonas en las que todavía se cocina con leña. Cuando yo era niño, los propietarios de carballeiras se quejaban de tener que entregar a Renfe un cupo de carballos a un precio tasado para su utilización como traviesas. Ahora se darían con un canto en los dientes si volvieran aquellos tiempos.
No tengo ninguna foto mía para ilustrar lo preciosos que son los carballos sin desmochar. He bajado una de Alfonso Fontán que espero no esté protegida. La foto muestra los ejemplares más jóvenes de la carballeira de Caldas, considerada por la Xunta como Bien de Interés Cultural, en la zona más próxima al río Umia. Los de la parte más alta tienen varios cientos de años más y son auténticos monumentos forestales.
Un abrazo fuerte, deseándoos a Berto y a tí un buen Camino. Joaquín