Le imagino soñando con el Urumea y los salmones que deben de estar ya remontando el río como entonces.
MF-A
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Lo que más me ha llamado la atención cuando lo vi esta tarde, entre la hojarasca, ha sido la blancura de sus manos, sujetando la hierba, para roerla desde el ápice.
También me ha parecido curioso que no se asustara de mi, mientras le hacía fotos, como si no me viera ni me oyera.
Por las orejas cortas, el cuerpo cilíndrico y la cola corta, creo que es un topillo, tal vez alguna especie de Microtus, quizás Microtus lusitanicus, pero no me atrevo a asegurarlo de momento.
Gracias a todos por participar en este lugar de la Naturaleza,
Mónica Fernández-Aceytuno
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