Contra la fachada del Museo Arqueológico Nacional, en el maravilloso…
Vecero y cadañego
Los árboles, hay que soñarlos. Y si se sueñan, y un día mueren, no hay que dejar de soñar que no han muerto.
Así es como termina el artículo “El año de la bellota” con el que acabo de ilustrar la definición de vecería, y donde escribo de cuántas bellotas hubo en 2002 por la ausencia de heladas tardías, porque llovió en primavera y porque granizó poco sobre los encinares…leer más.
También he definido, gracias a Enrique Torres, vecero y cadañego.