Te contaba el año pasado que se estaba extendiendo por el Valle del Guadalquivir una planta silvestre (me resisto a llamarle mala hierba) que antes sólo había visto en Baleares.

Joaquín

Querida Mónica:

Te contaba el año pasado que se estaba extendiendo por el Valle del Guadalquivir una planta silvestre (me resisto a llamarle mala hierba) que antes sólo había visto en Baleares y, con menor incidencia, en la Costa del Sol. Me refiero a la Correhuela tricolor, Convolvulus tricolor. El tratamiento de las cunetas con herbicidas totales, de lo que no soy nada partidario, está provocando una inversión en la flora espontánea, inversión que con frecuencia ocasiona efectos perniciosos. Me da mucha envidia ver cómo en el Reino Unido cuidan esmeradamente el tratamiento paisajístico de las cunetas de sus carreteras evitando el impacto de tierra quemada que tanto afea a las nuestras por el inadecuado manejo de los herbicidas por parte de los encargados de su conservación.

Esta primavera ha aumentado considerablemente en lindazos y cunetas la presencia de esta preciosa correhuela, sin duda por la enorme capacidad de rebrote que tiene tras un tratamiento herbicida. Te adjunto una foto en la que además de constatarse que crece sin la competencia de otras plantas espontáneas, puede verse también a una avispilla libando en una de las flores.

Un abrazo. Joaquín

NOTA DE LA EDITORA:

Gracias, Joaquín. Una prueba más de que la vida, destrozada, sigue.

Un fuerte abrazo,

Mónica