Para las flores no hay días tristes. Buenos días, Mónica
Trebolar
Hay palabras de las que me enamoro nada más leerlas, como trebolar, que ayer definí para el diccionario de la Naturaleza. Hay ya muchas otras que estáis incorporando vosotros, como tozas o escamondar y que ya se pueden consultar también hoy en el diccionario.
¡Cómo crece poco a poco!
Trebolar, que se refiere a un campo de tréboles, me ha gustado porque los tréboles realizan de noche unos movimientos con las hojas, oscilando arriba y abajo a un ritmo de dos horas, a veces de cuatro, como un pájaro que, a cámara lenta, aleteara.
Movimientos casi secretos de las plantas, para los que nos haría falta otra vida para apreciarlos.