Bajaba con tanta agua el río que las voces de los pájaros se ahogaban en el ruido.
MF-A
MF-A
Querida Mónica:
“…No hay nada hoy como los olivares florecidos, verdiblancos de esperanza en el mejor aceite del mundo” nos decías en tu mensaje del sábado pasado. Es verdad. Pero desgraciadamente hay otros verdiblancos que tras tantos días de fuerte levante y altas temperaturas son cada vez más blancos y menos verdes. Te decía hace un mes, a la vista de una prometedora siembra de cereales, que en el campo todos los años serían buenos si no fuera por el mes de abril y el alcalde. El alcalde podremos ratificarlo o sustituirlo dentro de unas semanas pero con el mes de abril poco podemos hacer.
Te adjunto el vídeo de una siembra que está resistiendo como puede los embates de un levante muy fuerte, un viento que se está llevando por delante toda la humedad que un invierno lluvioso había proporcionado a suelos y plantas. El espectador puede pasar horas enteras contemplando sin cansarse su movimiento metacrónico, semejante al de las olas de tu querido mar de Sada, pero como no lleguen a tiempo las lluvias pronosticadas para los próximos días, refrescando la atmósfera y poniendo fín al levante, ese terrible viento que aquí llamamos solano malogrará las espigas que están ya a medio grano. No llegarán a cosecharse.
En una foto que también te adjunto podrás ver los daños ya irreversibles que se están produciendo en los trigos de las tierras más endebles. Cada hora que pasa aumenta el color blanco de las espigas vacías a costa de la disminución del color verde de las que todavía luchan por llegar a buen fin. Afortunadamente el agricultor es un hombre de fe, verdiblanco de esperanza, y no se dará por vencido.
Un abrazo. Joaquín
Ingeniero Agrónomo y Agricultor
Joaquín, Ingeniero Agrónomo y Agricultor