Con las buenas temperaturas que estamos teniendo en los últimos días, ha florecido el ciruelo de mi terraza.
Pilar
Pilar
Me llamó la atención, al fotografiar el viernes a esta gaviota patiamarilla (Larus michahellis lusitanius) en las islas Cíes, la claridad de sus ojos.
Solemos distinguir a los inmaduros por el plumaje, barreado como niños que se hubieran manchado jugando en un charco; pero quizás es aún más llamativo el cambio que con la madurez se da en los ojos; de los oscuros, casi negros de los pollos, a esta claridad en la mirada de los ejemplares adultos, con el anillo orbicular tan rojo como la mancha final del pico.
Gracias a todos por participar en este lugar de la Naturaleza,
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno