Como en las obras de los pueblos, al petirrojo le gusta ir a mirar qué haces.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
Así de azul estaba ayer a mediodía la ría.
Gracias por participar en este lugar de la Naturaleza,
Mónica Fernández-Aceytuno
SIGUE aceytuno.com EN FACEBOOK
La costa gallega es tan hermosa que al mirarla se tiene miedo de que pase el tiempo. Es amplia, limpia y abierta. Libre, como era la libertad antes de que nadie la nombrara.
Tiene unos acantilados por los que descienden árboles que deberían estar encaramados a los montes, y lo mismo se oye en el mar un ruiseñor que el chirrido de los charranes.
Las playas poseen el blanco nacarado del interior de una concha y el agua está fría, a veces helada, pero al salir nos llevamos su sal, su yodo, su claridad, su modo de brillar en mil centellas con el sol de la tarde.
Mónica Fernández-Aceytuno
De “La hermosa costa gallega”
ABC, 14-8-2006
Fondo de Artículos de
aceytuno.com
Mónica Fernández-Aceytuno