Al abrir la ventana, el sonido del tractor, los pájaros…
Ardilla en el cerezo
No recuerdo que hubiera por La Rioja tantas ardillas como estoy observando estos días en el cerezo del patio de atrás de esta casa, y ayer en la casa de mi tío, donde la ardilla se come las avellanas que caen sobre la mesa, dejándolas abiertas en dos, pero no como era de esperar, igual que un libro abierto, sino partiéndolas en zigzag de una manera muy curiosa.
¿Lo habéis observado alguna vez?
Os dejo porque estar con mis padres es un no parar, igual que cuando mis hijos eran pequeños.
Aunque las fotos son un poco apresuradas, se puede apreciar también que la ardilla, con el calor, ha perdido esos pinceles que lleva en las orejas durante el invierno.
Buenos días,
Mónica