Se dice de la duna que ya no avanza por…
fenoll.
m. Fenoll marí (Crithmum maritimum). Planta de la familia Umbeliferae que se da en los islotes y en los acantilados, hundiendo sus raíces en las rocas hasta donde llega la salpicadura de las olas, o la bruma marina, de donde se diría que obtiene el sabor de sus hojas, de un verde pálido como sus flores, también blancas. Los marineros las llevaban en sus travesías por lo que aunque viva amarrada a la piedra, es una planta que ha navegado por todo el mundo. Además de fenoll marí, recibe los nombres vernáculos de cenojo de mar, cresta marina, hinojo de mar, hinojo marino, pastanaga, pastinaca marina, perejil de la isla, perejil de la mar, perejil marino, perejil marítimo, perejil de mar, y uña de perro.
Nada tiene que ver el perejil de mar con el perejil de la cocina. Aunque los dos perejiles pertenezcan a la misma familia de las Umbelíferas, se trata de dos plantas distintas: la una de tierra adentro, perejil: Petrosilenum hortense; la otra salvaje, de pedregal marítimo, casi el único verdor de los islotes, perejil de mar: Crithmum maritimun, también llamado hinojo marino o, en Cádiz, perejil de la Isla.Se cría en la costa de los tres mares de la Península, y sus raíces penetran en las grietas de las rocas, casi siempre en esos lugares donde llega la salpicadura de las olas, viviendo de tan poca cosa. Al masticarla se nota el sabor a sal y no se sabe a ciencia cierta si se está mordiendo una ola, o si es que se ha evaporado todo el agua del mar sobre sus hojas. Los navegantes de otros tiempos, antes de emprender sus derrotas, solían llevar perejil de mar en adobo y así esta planta que hoy nos parece tan enraizada en los islotes, resulta que ha navegado ya por todos los mares del mundo. El perejil de mar ha comenzado a florecer hace unos días, con una flor blanca, a veces un poco verdosa, bajo el vuelo de las gaviotas.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 22-7-2002
Aceytuno.com