Las carracas utilizan las cajas nido que se han instalado sobre los postes de luz de la cañada real.

Pilar

Las carracas utilizan las cajas nido que se han instalado sobre los postes de luz de la cañada real.

Magnífico día el pasado martes, frío aunque despejado por la mañana, lo que nos permitió recorrer y disfrutar de la Cañada Real Soriana Occidental que, a su paso cerca de la ciudad de Cáceres, toma el nombre de Cañada Real del Puerto del Pico, por ser éste el lugar hacia el que iban los ganados trashumantes desde Extremadura.

Multitud de aves en plena crianza, muchas portando en el pico el alimento para los pollos. Las liebres correteando entre el pastizal y la hierba creciendo y verdeando gracias a las últimas lluvias que esta tierra sabe agradecer como ninguna.

Carracas, abejarucos, alcaudones comunes, sisones, machos de avutarda haciendo la “rueda”, ánades reales en las charcas que se han vuelto a llenar de agua, garzas reales, mirlos, ruiseñores, oropéndolas, buitrones, milanos negros, cucos, pinzones vulgares, rabilargos, urracas, buitres, cuervos, collalbas rubias, abubillas… un festín de aves.

La nota triste la puso una garduña atropellada. Nunca he visto una garduña en plena naturaleza y me apenó encontrarme una de esta manera.

Por la tarde, otro chaparrón. Y hoy sigue lloviendo.

Bienvenida sea esta lluvia que empapa la tierra.

Un saludo.

Pilar.