m. Cúpula de la bellota. También recibe las denominaciones de…
maresía.
f. Olor a mar, algas y humedad cargada de salitre de la bruma. La maresía es el respirar del mar, su aliento, que condiciona el desarrollo de las especies del litoral. Al mar, con marejada, lo llaman también maresía. En Canarias para denominar a la humedad cargada de salitre de la bruma marina que estropea los coches y los electrodomésticos de las viviendas del litoral. Es un término que también se utiliza en Portugal y en Brasil.
Gustavo Ricardo Angriman ha sugerido y participado en la definición de este término
La maresía es el olor a mar, como el petricor es el olor a lluvia en tierra. Está hecha de agua y de sales marinas, y flota como una calima, posándose también sobre las cosas hasta dejarlas herrumbrosas, rojas como una estrella de mar de Doniños. A la maresía, se le echa la culpa de casi todo lo que se estropea en la costa, ya sea el barco, el coche, la lavadora o la cerradura de la casa, como si tampoco viviendo a la orilla del mar la felicidad pudiera ser completa. También al olor de las algas sobre la arena, se le llama maresía. Es más que un olor, un misterio, a la manera en la que Einstein lo definía: “El misterio es lo más hermoso que nos es dado sentir” porque tiene la maresía algo que nos recuerda de dónde venimos, y adónde vamos: a oler el mar, en verano. (A Gustavo Ricardo por sugerir a través de Facebook este término)
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 22-8-2015
Aceytuno.com