8:36 Desde Buenos Aires, Marisa Bianchi Polo, nos informa.
8:23h Cuneta florecida de jaramagos, de margaritas, de flores malvas y ,dentro de unos días, de amapolas. Me parece ver ya una, en la foto que nos envía el lector…
Y escribe junto a su fotografía el lector:
El “domingo, al ir al campo, me acordé de la pregunta que me había hecho una amiga americana, hace ya muchos años, cuando vino a la Feria: ‘¿Por qué gastan Vds. tanto en la jardinería de las cunetas y tan poco en las propias carreteras?’.
Efectivamente las carreteras estaban hechas un desastre pero la primavera, y más en aquella época en la que no se utilizaban herbicidas, había convertido las cunetas en una maravilla multicolor.
Detuve el coche y con mi cámara digital hice un par de fotos. Adjunto una, que es solo un pálido reflejo de la realidad.
Mi sorpresa, hoy, al preparar este mensaje, ha sido la lectura de la columna en el ‘ABC’ de un escritor muy campero (o un campero muy escritor), Antonio Barbeito, que hablando de lo mismo, dice: ‘¿Y te has fijado en una cosa, una cosa que yo descubrí la primera vez que miré el campo en esta fecha: que por más que el campo mezcle colores nunca estos colores se matan, nunca se estorban, nunca desentonan?. El equilibrio de los colores, la amplia paleta de la Creación’. Vale la pena leer el artículo entero.
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