Fue plantado en 1929 cuando con motivo de la Exposición Iberoamericana, se construyó en Sevilla uno de los mejores hoteles de España.
Joaquín
Joaquín
Parece imposible que este pino, cubierto parcialmente por el agua salada en las pleamares del bellísimo Esteiro da Foz de la ría de Vigo, pueda sobrevivir. Si te fijas bien, sus raíces se hunden en tierra firme, tiene los pies en el suelo, no en la marisma. No quiero sacar ninguna conclusión referente a los humanos. Sería demasiado fácil.
Un fuerte abrazo. Joaquín
Joaquín