Muro de piedra hecho a mano sin más argamasa que…
desborre.
m. Primer síntoma de actividad de las yemas aéreas de las plantas, al abrirse es mostrar la borra algodonosa que las protege por dentro.
No por hacer un experimento sino para adornar una mesa, corté hace una semana varias ramas de un ciruelo que tenía las yemas cerradas, yemas de flor y de madera.
Las puse en un jarrón de cristal con agua que dejé en la galería donde, si pudieran, verían estas ramas el árbol del que proceden. También desde aquí se ve ya el sutil desborre de algunos árboles, que es como un desdibujarse del invierno, una suerte de bruma que parece el alma del árbol y que tiene distintos colores según la especie, verde en los olmos, marrón claro en los castaños, y que no es más que el primer síntoma de actividad de las yemas al que se denomina desborre.
Según han ido pasando los días, las yemas de flor del jarrón se abrieron con sus cinco pétalos blancos, hasta cubrir como la sal en una mina todas las ramas. Mientras, afuera, el ciruelo tiene la corteza negruzca de lluvia y de nieve, y sigue con sus mil yemas que no se atreven a abrirse. Algunas se han caído. Y ahora este jarrón florecido e indiferente, parece un pájaro de plumas blancas, encerrado en su jaula, cantando al invierno.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 28-2-2005
Aceytuno.com