Delfin en el puerto coruñés de Sada en junio de 2009.

Siguen abriéndose al sol los brotes florales del almendro.
Siguen abriéndose al sol los brotes florales del almendro.
No le pesan los años ni le teme al frío madrileño del Cerro de los Cuatro Vientos. Su ilusión es lo que cuenta y así lleva floreciendo durante casi cuatro décadas. Sin tregua.
Se le ve nervioso, eso sí, aguardando a las abejas que no llegan.
Isabel