8:24 Siempre hay algo que sólo se ve cuando ya está escrito. Una última palabra que no hubiéramos debido poner y y que solo leemos cuando el periódico está ya en la calle. No sucede lo mismo aquí.

Aquí se puede corregir cuantas veces se quiera y no por ello escribimos mejor las cosas.

He visto florecido esta tarde, por vez primera en mi vida, un acebo. La flor es blanca y sencilla, pequeña como el botón de una camisa.

Tiene cuatro pétalos muy redondeados que parecen dibujados por un niño. Y es rosa la flor cuando aún no se ha abierto, igual que las flores de los manzanos, y luego de un blanco muy puro, para después convertirse en un fruto verde y pequeño que se volverá rojo cuando llegue el invierno.

En el acebo, sólo pinchan las hojas que están a la altura de la boca del ganado, tal vez así, protegen la inocencia de sus flores.

Feliz día y hasta mañana,

Mónica Fernández-Aceytuno

P.S. Entre los artículos que voy recuperando para esta página, he colgado uno sobre los sonidos de castañuelas que hacen los cachalotes. Y se puede leer ya en ARTÍCULOS DE NATURALEZA, y allí, pinchando en MAR.

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