Las salinas se vuelven rosas cuando la vida es casi…
Calamón
Buenos días.
Anoche se emitió en televisión este microdocumental del calamón común y hoy lo podéis ver aquí, con todo el asombro que produce cuando lo miras, con esas patas larguísimas, rojas como las de un centollo, y ese plumaje azul profundo, casi un azul Chardin, de gallo marino.
Espero que disfrutéis viéndolo tanto como yo escribiendo para estas maravillosas imágenes.
Un fuerte abrazo para todos,
Mónica
Lo que está pasando es que
ya podemos considerar en los humedales levantinos
como ave silvestre,
aunque tuviera un pasado semidoméstico,
al calamón común.
Esta curiosísima ave,
camina pisando el agua
con esas extrañas patas
de larguísimos dedos y uñas afiladas
con las que apresa los tallos
para alimentarse de la médula.
En el siglo XVII, el historiador valenciano Escolano se refirió al calamón
como “gallo marino”
para escribir que “es ave que saca allí pollitos”,
que canta de noche,
“y que se solía tener en las casas”.
Aparece el calamón representado en los mosaicos romanos de La Alcudia.
Gallo marino,
se le llamó
por ese azul profundo,
que contrasta con sus patas
rojas
como las de un centollo.
El calamón común,
libre y azul,
por los humedales levantinos.
Mónica Fernández-Aceytuno