En el blog de Rachel Sussman se hace referencia a lo frágiles que son los ecosistemas en los que se encuentran los ejemplares más viejos vivientes
No hay nada que pueda desagradarme más que ver un ave, un animal libre por excelencia, que se le encierre en un espacio mínimo. Isabel
FOTO: Pollo volantón de Verdecillo el 25-4-2011
AUTORA: Pilar López
He leído por Internet, un tanto asombrada, una convocatoria para la caza del jilguero, del verdecillo y del verderón, en la que se especificaba con todo detalle el inicio de la fecha de captura y métodos a utilizar. Por supuesto que también otros muchos detalles para facilitar la tarea. Entre las imágenes de estas aves canoras se adjuntaba la de una enjaulada.
Y me asaltó una duda: ¿no está prohibida su caza?
No hay nada que pueda desagradarme más que ver un ave, un animal libre por excelencia, que se le encierre en un espacio mínimo, y que incluso a alguno se le llegue a cortar las alas para que no pueda escaparse si se le quiere tener fuera de la jaula.
No hay nada mejor y más placentero que verlos volar y, sobretodo, escuchar sus cantos en libertad.
Es doloroso y vergonzoso pensar en la cantidad y diversidad de especies animales con las que se trafica para obligarlas a -¿vivir?- una vida a escala de los caprichos humanos.
¿Mascotas? ¿Compañía? ¿Moda? ¿Negocio?
A todos,un afectuoso saludo.
Isabel.
FOTO: Pollo volantón de Verdecillo el 25-4-2011
AUTORA: Pilar López
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Ante mi momento de duda sobre la caza, decidí buscar por internet. Adjunto parte del texto que he rescatado:
La Ley 4/1986, del 27 de marzo, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, establece en su artículo 26.1. un marco general de protección para todas las especies de flora y fauna, concediendo a las Administraciones Públicas la responsabilidad de la conservación de las especies de la flora y fauna que viven en estado silvestre en el territorio español. En el apartado 4 de este mismo artículo establece con rotundidad la prohibición de”dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, incluyendo su captura en vivo y la recolección de sus huevos o crías, así como alterar y destruir la vegetación. En relación a los mismos quedan igualmente prohibidos el tráfico y el comercio de ejemplares vivos o muertos”.
FOTO: Pollo volantón de Verdecillo el 25-4-2011
AUTORA: Pilar López