ACTUALIDAD NATURAL
LOS TRITONES ABANDONAN LAS CHARCAS
ABC, 19-6-1999
LOS TRITONES ABANDONAN LAS CHARCAS
ABC, 19-6-1999
Saúco
Las flores miran al
cielo,
los frutos
al suelo.
Buenos días,
Mónica
FOTO: @aceytunos en Instagram
Frutos de saúco en otoño (Sambucus spsp.) / Aceytuno
Flores en umbela del sáuco en primavera / Aceytuno
Las varas de saúco, huecas como un catalejo por las que se puede ver el mundo y de las que dicen que eran las varas que usaban para hacer magia en los cuentos las hadas, han prendido.
Las planté, las clavé a la tierra, una a una, a lo largo de la valla que da al camino por el que pasan las vacas todas las mañanas y, de vuelta, las tardes. El olor del saúco no les gusta. Y así, pensé, protegeré la cerca y los rosales.
Cuál ha sido mi sorpresa cuando he visto que ya en el primer año, no sólo han brotado de los nudos las hojas, sino una flor blanca en cada vara, cerrada todavía, pero que parecen salir de la nada, al mirar desde arriba, como a un pozo oscuro, el hueco de la vara de cuyas paredes salen por fuera hojas y flores.
A la gente le sorprende que, para el jardín, haya plantado unas flores tan silvestres pues los saúcos nacen sólo sobre la tierra que nadie quiere: las vaguadas, las escombreras, las cunetas, los terraplenes. No piensan que las plantas que ellos cultivan en macetas, son silvestres en otros lugares del mundo.
Mónica Fernández-Aceytuno
aceytuno.com
Aunque tarde, no me resisto a comentar la entrada del 28 de septiembre pasado, donde dices que vivir es igual que salir a navegar. Me ha recordado la frase que Plutarco atribuye a Pompeyo, ante un conato de rebeldía por parte de las tropas que debían embarcar con él: “navigare necesse est, vivere non es necesse”.
Siglos después, Rubén Darío apostilló que a él la experiencia le había demostrado que “si necesario es navegar, también lo es vivir”.