Y escribe el lector acerca de un artículo que…
…” me ha traído recuerdos de los años 40 en los que yo labraba en Galicia. ‘El mayo’, como se llamaba a la época de más trabajo del año, la de preparación de la tierra y posterior siembra del maíz, (millo en gallego, como en Canarias, segun nos recuerda un lector) hacía adelgazar a bueyes y vacas de labor aun cuando a su ración habitual se añadiera ‘a agua’, un amasijo, templado, de agua con harina de maíz. Era tan importante que el ganado mejorara en esta época su alimentación, que en las ferias además de que el vendedor afirmase solememnemente que su vaca estaba libre del trío tradicional cuyo incumplimiento podía dar lugar a la anulación de la compraventa (‘gota, tos e escornar’) tenía que asegurar también que ‘tomaba a agua’, que no se negaba a beberla.Durante el verano el ganado sachaba primero y arrendaba (aporcaba) después el maíz al que en agosto se le cortaban ‘as candeas’ (veletas, en Andalucía) para utilizarlas como forraje. Era éste un aprovechamiento generalizado aunque quizás poco defendible desde el punto de vista agronómico. En el otoño, tras la siega con ‘fauciño’ de la planta entera del maíz, se iban ‘esfollando’ poco a poco las mazorcas para después subirlas al hórreo. Los tallos con sus hojas se guardaban en el alpendre para la alimentación invernal, ‘na corte’, del ganado . Todavía no se habían introducido los híbridos y el colorido y la forma y tamaño de las mazorcas eran muy variados. Había alegría general cuando una moza esfollaba una ‘reina’, una mazorca color granate. La polinización de mazorcas de color claro con polen procedente de maíces de grano oscuro daba lugar a curiosas mezclas cromáticas. Aquí, en la vega del Guadalquivir, el maíz está ya muy adelantado como podrá ver en esta foto de hoy por la mañana.(Nota de la editora:recibí esta fotografía la semana pasada)
Para sembrar pudimos aprovechar un claro en el mal (yo diría que buen) tiempo. El cultivo está totalmente mecanizado, las mazorcas son todas exactamente iguales y ya no hay reinas. No cabe duda de que lo que se ha ganado en eficiencia se ha perdido en belleza.”
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