f. Fuerza generadora de especies. Siempre he pensado que las…
alca.
f. Ave marina que recuerda al pingüino y que se caracteriza por el ancho, aplastado y ganchudo pico negro.
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Cuenta Gloria, la que fuera hostelera de los torreros del faro de las Sisargas, que ayer, el mar que rodea a las islas, amaneció dormido.
Mientras hablábamos, iban llegando con el día imágenes de acantilados de poniente, islas llenas de araos y de cazadores jugándose la vida; y un olor a cocina antigua, a salsa de perdiz, salía con la voz del teléfono mientras Gloria recordaba cómo preparaban los araos, y cómo los pelaban; porque, un arao, no se despluma.
Recuerdan un poco a los pingüinos por su color blanco y negro, y por la postura erguida; además, el vernáculo pingüino designó a un pariente del arao ya extinguido, el Alca impennis, que recibió el nombre de los pescadores que navegaban a Terranova en el dieciséis; aunque, más tarde, los pájaros bobos de la Antártida, le robaran para siempre el nombre de pingüino.
No fue la caza, la razón por la que hoy crían sólo 15 parejas de arao común –Uria aalge -en Galicia; no: parece que no hay araos por cambios en el agua, por la falta de anchoas. Pero las crías nuevas ¿cuántas? antes de volar, se tirarán esta tarde al mar dormido. ¿Hay esperanza para los araos? Tal vez. Siempre tal vez. Tal vez viven ya sólo por ese tal vez.
Mónica Fernández-Aceytuno
ABC, 5-6-1999