Bajo el agua es cuando se aprecia que las patas delanteras tienen rayas amarillas y azules.

Mónica Fernández-Aceytuno

Resultó divertidísimo y a la vez laborioso intentar fotografiar a las quisquillas de esta especie, Leander aquilla, que, por otro lado, son hermosísimas porque en las patas delanteras tienen unas rayas amarillas que recuerdan a las de las abejas pero, en vez de utilizar el negro de contraste, tienen un azul eléctrico. Ampliando la imagen, pinchando en el + del centro de la página, se aprecian estos colores sobre el rojo vino de los erizos.

Tengo algún primer plano de estos colores de las patas pero totalmente desenfocado porque las quisquillas se lanzaron a subirse a la cámara como si quisieran mirar por la ventana del objetivo.

Al contrario que los gobios de roca de hace unos días, las quisquillas o camarones en principio huyen en un segundo hacia atrás gracias al impulso que se dan con la cola en cuanto ven tu sombra en el agua, pero una vez que formas parte del lugar se acercan de tal manera que podrías atraparlas con la mano. También una de las ortiguillas de mar entre las que se refugiaban, se lanzaba a mis dedos dejando sus tentáculos pegados. Todo ello sin necesidad de bucear, en un charco de marea de un acantilado al que accedí a nado, observando mientras buceaba muchas otras cosas que os iré contando.

Gracias y, antes de que se me olvide, uno de vosotros me comentó que las ortiguillas se comían rebozadas en Cádiz y bien, son precisamente éstas que se ven en la imagen, claras y con la punta de los tentáculos rosas, casi fucsias, llamadas también anémonas de mar (Anemona sulcata), pero que jamás he probado.

Buen día a todos,

Mónica

P.D. Delfines, no vimos esta vez ni uno. Y eso que el mar estaba como un plato. Otro día será.

FOTO: Quisquillas (Leander aquilla) en un charco de marea de la bajamar del 21-8-2013 entre los erizos y las anémonas u ortiguillas de mar (Anemona sulcata)

AUTORA: Mónica Fernández-Aceytuno