A punto de aterrizar el macho,la hembra del caballito del diablo,espera sobre una hoja de gran superficie, junto al río. Al fondo,las cuatro alas azules del macho en vuelo.
Gaviotas por Madrid
Lo más interesante de Madrid, lo descubrimos mirando hacia arriba, las piñas de piedra sobre la fachada del hermosísimo edificio Metrópolis, la luz verde del helicóptero que nos vigila y más allá, la luna llena envuelta en nubes rosas y azules. Por las tardes, el cielo se llena de miles de gaviotas reidoras y sombrías que pasan tan altas que sólo se distingue un gris volandero sobre el gris del cielo. Los gallegos, que tienen un oído más melancólico, a las reidoras, Larus ridibundus, las llaman gaviotas lloronas. Pasan muchas bandadas, a veces formando una “V” muy desdibujada. Sobre el techo de aire de la calle Velázquez, se van juntando para hacer un descanso, dando vueltas en espiral como los papeles abandonados en una calle. Se pueden observar las gaviotas por Madrid a eso de las seis y cuarto, cada vez más tarde, según se acorta, con la marea de luz, la noche de los días.
FOTO DE ARCHIVO: Gaviota reidora adulta –Larus ridibundus– con capucha color chocolate en verano.
AUTORA: Aceytuno
*****
Hasta hace poco, casi todo eran gaviotas reidoras, pero ahora hay tantas, o más, gaviotas sombrías pasando al atardecer por el cielo madrileño, tan altas que resulta imposible distinguirlas desde abajo.
Buen día,
Mónica