Al correlimos tridáctilo le gusta bailarle sus aguas al mar y no dejar de picotear en la arena cuando las olas se retiran.
Al salir el sol se ha calmado el viento. Cambia la luz, cambia el viento, algo así me contó hace años un marinero.
Mónica Fernández-Aceytuno
Al salir el sol se ha calmado el viento. Cambia la luz, cambia el viento, algo así me contó hace años un marinero.
Mientras era de noche estuvo el viento haciendo ruido y al salir el sol, de pronto se ha callado, como si se hubiera dormido.
Lo dicho: lo que me dijeron: al amanecer y al atardecer cambia el viento.
Buen día,
Mónica
Cuando sopla del nordeste un viento, más bien una ligera brisa que es como un nacer, con el aliento de la vida empezando, el océano se vuelve claro, nuevo y transparente…Leer más del fondo de artículos CLARIDAD DEL NORDESTE
Mónica Fernández-Aceytuno