Ayer vimos los primeros delfines mulares del año.
Es curioso cómo los ojos se acostumbran a divisar a los delfines sobre el horizonte, igual que si fueran pequeñas olas, aletas del agua que, en vez de brillar, blanquecinas, al sol de la tarde, son oscuras, negras como la sombra del agua.
Empieza a ser raro que salgamos y no los veamos.
En este caso, la aleta dorsal de este delfín mular tiene unas muescas (se aprecian ampliando la imagen en el + del centro de esta página), que son singulares para cada individuo.
Sabremos que es el mismo ejemplar si, cuando salgamos hoy, volvemos, con la mirada, a encontrarlo.
Buen día,
Mónica
Además, cada delfín mular parece tener un sonido identificador único, que permite distinguirle de los otros, llamado sonido firma. A veces este sonido puede ser imitado por otros delfines…Leer más de EL SONIDO FIRMA DE LOS DELFINES