Ya tenemos el famoso picudo en Sevilla. Han transcurrido más de 15 años desde que se localizó en Almuñecar la primera palmera muerta víctima de este curculiónido.
Joaquín
Joaquín
No sé si os habéis fijado pero están los barbechos llenos de amapolas.
De lejos, parecen tierras sin cultivar rojas, pero a medida que el paisaje se acerca a los ojos descubres que son flores, campos enteros de amapolas, por lo cual me pregunto: ¿recibirán estos campos rojos algún nombre?
Aunque no tienen nada que ver las amapolas con las aquilegias, me di cuenta hace unas semanas que se parecen en una cosa: y es que justo antes de abrirse, se yerguen tras haber permanecido cabizbajas, como esta aquilegia vulgar que fotografié a la orilla del río hace unas semanas y que, al contrario de cuando se abre, permanece con las “garras” de águila, que le dan el nombre de aquilegia, hacia arriba, y la flor abajo.
Una suerte de dignidad, si es que una flor puede tenerla.
Buen fin de semana a todos,
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno