Ayer estuve con el escultor Manolo Paz en la Fundación que lleva su nombre, con su mujer, Julia, y con unos amigos, compartiendo una comida inolvidable donde surgió una nueva palabra para nuestro diccionario de la Naturaleza, a sugerencia de Joaquín: petricor: que es el olor de la tierra tras la lluvia.
Si pudiera fotografiarse sería algo así como esta nube de insectos brillando sobre el regato que baja entre las esculturas de Manolo Paz hacia el Umia.
Una visita, la de la Fundación Manolo Paz, en Cambados, Pontevedra, que os recomiendo no os perdáis.
Salí de allí soñando con la vida como una piedra.
@aceytuno Así es, Mónica. Unas esporas que escapan del suelo cuando moja son las responsables de ese olor tan característico.
— José Miguel Viñas (@Divulgameteo) agosto 22, 2014
