La piedra en la que se baña el mirlo, es una pía que me regalaron.

La piedra en la que se está bañando el mirlo, es una pía que me regalaron, y en cuyos bordes, ondulados por el afilado y el tiempo, que también trabaja como una hoz, se afilaban las guadañas y las fouciñas.

Se nota que hace días que no llueve,porque está la piedra muy vacía, aunque aún con agua y con verdín, junto al tronco de un naranjo.

A los Reyes les voy a pedir una cámara mejor y un trípode, para que no se muevan las imágenes cuando respiro, o cuando hablo. Pero no creo que me falten pájaros, pues, aunque yo no lo pretenda, parecen salirme al paso, cuando pretendía hacer otra cosa, como si quisieran salir en la foto.

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