Ya desde el mar se veía ayer por la tarde la luna, en cuarto creciente, blanca como las nubes.
Y a medida que se fue nublando y fue cayendo la noche, la luna se volvió rosa, pero en cuanto se despejó un poco, a eso de las once, saqué esta fotografía en la que ni siquiera pinchando para ampliarla, se ve un punto de brillo fijo muy brillante que estaba en su trayectoria, de Este a Oeste. Pero no llegó a pasar justo por delante, como llegué a pensar anoche. Y además no era una estrella, sino un planeta, puesto que su brillo, aunque entonces no me di cuenta, era un brillo fijo que no titilaba.
Desde el Observatorio Astronómico Ramón María Aller, la astrónoma Josefina Ling, nos ha confirmado a las once y diez de esta mañana, que se trata del planeta Júpiter, y que aunque también esta noche se verá próximo a la luna, estará un poco más desplazado que ayer con respecto a ella.
A simple vista, se podrá observar a Júpiter como un punto brillante y de luz que no tiembla en el cielo; y, con prismáticos, como una pequeña bola de luz fija.
Con la ayuda del telescopio, ven ahora los astrónomos, sobre la superficie de Júpiter, las bandas acanaladas de su atmósfera, y sus cuatro satélites.
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11:41
Feliz día y hasta mañana, o hasta esta noche, si el cielo está despejado y puedo fotografíar a la luna más grande y, esta vez sí, aunque más desplazada, junto a Júpiter. O al menos su brillo en la lejanía,
Mónica Fernández-Aceytuno
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P.S. No me extraña que Van Gogh pintara los girasoles porque he cortado algunos de la huerta y los he puesto en un jarrón con agua, y miran a la luz de la lámpara que hay al lado, como si fuera un sol recién nacido.
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La flor, como el rabo cortado de una lagartija, sigue en su jarrón buscando al sol por las cuatro paredes de la casa, y exhala aromas que se estrellan contra la puerta cerrada de salida.
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