Con la mancada de las anátidas, esas mismas plumas que alcanzan el cielo y las nubes, caerán de golpe al suelo. MF-A
AUTOR DE LA FOTO: Carlos Pache
AUTOR DE LA FOTO: Carlos Pache
Esta de la fotografía es una gaviota que el domingo pasado estuvo un buen rato volando por encima, como hacen las gaviotas que sobrevuelan en nube los pesqueros, pero no cuando salen, sino cuando vuelven.
Está el mar gris estos días, de un gris calmo y plateado. Tan tranquilo que esas mismas gaviotas que te sobrevuelan cuando pasas, se quedan después posadas como patos del baño de un niño, y hasta se ve sobre la superficie la estela que abren con el movimiento sumergido de sus patas, y que es algo que sólo se llega a observar en las calas más abrigadas, pero no en el mar abierto, donde aquí y allí hay gaviotas flotando estos días.
Es una tranquilidad rara, esta falta de viento, de olas en superficie, de nubes en el cielo.
Puede que sea la calma que precede a esos temporales de otoño que aran los mares. Cuando, sobre la superficie del agua, no hay ni gaviotas ni barcos.
Hoy también saldré al mar.
Feliz día.
Mónica Fernández-Aceytuno
P.S. Creo que merece la pena pinchar sobre la fotografía para ver la expresión tranquila y distraída de la gaviota.
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Salgo tanto al mar que las gaviotas ya conocen mi barco.