Antes de que las aves se coman los frutos del espino de Proust, que ya vimos aquí con sus flores blancas en corimbo, traigo el aspecto de los espinos bajo la lluvia, hace dos días.

Antes de que las aves se coman los frutos del espino de Proust, que ya vimos aquí con sus flores blancas en corimbo, traigo el aspecto de los espinos bajo la lluvia, hace dos días.

Aún tienen los espinos junto al fruto esas hojas que recuerdan a las de los robles,pero en pequeño, como si las imitaran en su forma.

Y bajo el roble se cobija y vive el espino junto a su tronco lleno de líquenes.

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