En el huerto de mi padre, las calabazas crecen con las últimas lluvias.
Pilar López
Pilar López
Yo diría que son algas de la especie Chaetomorpha aerea, verdes y de filamentos no ramificados, en mechones desenredados, aunque ahora se vean sobre los cabos como melenas que llevaran tiempo sin peinarse.
Es curioso porque de los cuatro cabos que se ven en la fotografía, se aprecia, ampliando al pinchar sobre la foto, que uno de ellos ha estado más tiempo sumergido, es más viejo, y no sólo tiene filamentos de algas colgando sino también talos de Fucus vesiculosus, como si hubiera prendido en ellos igual que sobre una roca. Es como si la vida, quisiera tener siempre algo a lo que agarrarse. Por eso yo no creo que el hombre sea un destructor de la Naturaleza, pues sin querer y sin saberlo, sin habérselo propuesto, también le da soporte.
Y probablemente estas algas, de manera discreta y silenciosa, se han adaptado a entrar y salir del agua, colgadas sobre los cabos, cada vez que sube y baja la marea dos veces al día.
Feliz día y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
P.S. 10:24 En el TABLÓN DE LOS LECTORES, recién llegada hace unos segundos, la carta de un lector sobre el madroño.
Por otro lado, pinchando en el mapa de PRONÓSTICO DE LA CALIDAD DEL AIRE, se aprecia, si se pone la fecha de hoy, que en cuanto al monóxido de carbono, (hay que poner CO donde dice “pollutans”, señalar la fecha de hoy y luego darle a VIEW ) se supera hoy en el centro de la Península los 3000 microgramos de CO por metro cúbico de aire. Vendría bien hoy menos sol, menos contaminación, o un poco de viento.
Quizá por eso, la previsión es que mañana mejore el aire.
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Ayer por la mañana, estuvo tan baja la marea, que los cabos con los que se amarran los botes, tenían estos mechones de algas, puestos a secar al sol, por el agua que se había marchado.