Aunque solo sea por su duración, no hay dos días seguidos iguales.
20:19 del Miércoles 3 de Diciembre de 2008
Estaba mirando las fotografías que hice ayer, creyendo que no se vería el arrendajo, al haberlas hecho desde tan lejos, cuando ahora me doy cuenta de que está de espaldas,
sobre una rama del castaño.
Se ve pinchando sobre la foto, casi en el centro, una suerte de córvido canela de espaldas, con esas plumas de un azul muy claro, barreadas de azul más oscuro, sobre un fondo blanco. Es el cuervo más bonito que existe. Y su voz resulta también más melodiosa que la de otros córvidos. Tengo que pedirle a Eloísa Matheu que lo grabe. Mientras tanto, aquí queda el arrendajo de espaldas. Su nombre científico es Garrulus glandarius, “charlatán bellotero”.
Como dice Bernis en su diccionario de nombres vernáculos, lo de bellotero está claro, porque si está aquí es buscando las castañas y las bellotas que enterró a principios del otoño, pero en lo de “charlatán”, yo tampoco estoy de acuerdo. Charlatanas son las urracas, y charlatanes son los cuervos. Los arrendajos, empero, son silenciosos en su tarea de reolectar los frutos que escondieron, y sólo de vez en cuando emiten una voz extrañísima que se diría que no sale de un ave. Exótica como sus plumas azules en la espalda.
Feliz día y hasta mañana
Mónica Fernández-Aceytuno
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Estaba mirando las fotografías que hice ayer, creyendo que no se vería el arrendajo, al haberlas hecho desde tan lejos, cuando ahora me doy cuenta de que está de espaldas,