Al volver a casa me he encontrado a las glicinias entrando con el sol por las ventanas.
11:36 Así estaba un carbonero hace un momento mientras yo escribía, bocabajo, colgado de las patas, buscando insectos entre las yemas del ciruelo japonés de la ventana.
11:37 Aún está por ahí, mientras trato de escribir algo. Se me van los ojos porque no para entre las ramas.
Se ve mejor, cómo se cuelga bocabajo, pinchando sobre la fotografía.
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