Afortunadamente, ha subido mucho la temperatura, lo cual se agradece, y ahora mismo, 9:57 de la mañana, está abriendo el cielo. Ayer me llamó la atención la manera en que las gaviotas han empezado a colonizar el tejado de la nueva lonja.

Es lógico que haya gaviotas alrededor del pescado, pero lo que no se imaginaba el arquitecto que construyó esta nueva y vanguardista lonja, es que el tejado casi plano y azul diseñado tal vez para que se confundiera con el cielo, ha servido al final de posadero para las gaviotas hasta el punto de que el tejado ha empezado a ponerse blanco de guano.

Es tal ya la concentración de gaviotas en el tejado de la lonja, que al pasar da la impresión de que un día va a hundirse sobre las oficinas de “Pescados Roca”, o de “Congelados Hércules”, o al menos crear goteras,con el ácido del guano, al ser metálico el tejado, y por lo menos hacer ya el ruido con el caminar de sus patas, lo cual tiene que ser incomodísimo para los que trabajan debajo. De hecho me ha parecido ver ya instaladas unas siluetas de halcón que, a la vista de las gaviotas que había ayer, no sirven de nada.

Así ,de lejos, me parecen gaviotas patiamarillas, que son las más listas de todas, por lo que cabe suponer que ,en breve, acaben allí anidando, cerca del alimento, sobre el tejado azul y plano. Cuánto tienen aún que aprender los arquitectos de ornitología.

En fín, hasta mañana.

Mónica Fernández-Aceytuno

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