La catastrófica realidad, agravada además por los muchos pozos que se abrieron después y por otros problemas, ha desbordado por completo las previsiones más pesimistas.
Dr.Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo

La catastrófica realidad, agravada además por los muchos pozos que se abrieron después y por otros problemas, ha desbordado por completo las previsiones más pesimistas.

Dr.Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo

TABLAS DE DAIMIEL: UN DESASTRE ANUNCIADO

Conviene recordar que ya en 1970-1971, tanto el ilustre profesor Bernis como otros buenos conocedores de las zonas húmedas de La Mancha (incluidos ingenieros de Montes, arquitectos, biólogos, etc.), así como ADENA y el WWF internacional y otras entidades, realizaron memorias o publicaron artículos advirtiendo claramente de lo que iban a suponer las obras de desecación comenzadas en 1968. Ante el inmenso revuelo que esto levantó, tanto en España como en el extranjero, la solución del “Parche” Nacional (como alguien lo denominó) creado en 1973, cuando muchos canales ya estaban terminados y otros proseguían fuera de la zona protegida, era por completo insuficiente. Así lo recogimos en un escrito firmado entonces por 1.327 personas (de La Mancha y de 22 provincias españolas, aparte de algunos extranjeros), entregado al Ministerio correspondiente y difundido en bastantes medios de comunicación. A comienzos de 1974, redacté un extenso informe, que fue publicado entero en la revista de ADENA, y del que apareció un resumen en distintos periódicos nacionales; donde también avisaba, recogiendo el sentir de no pocos lugareños, de que las Tablas ya alteradas, y privadas de otros humedales manchegos, no podrían sobrevivir.

La catastrófica realidad, agravada además por los muchos pozos que se abrieron después y por otros problemas, ha desbordado por completo las previsiones más pesimistas. Debería al menos servir para que no se vuelva a intentar hacer “compatibles” proyectos que no lo son; y para que se haga caso de los avisos dados en otros parajes naturales, por personas que los conocen y aman, ante graves amenazas actuales, aunque algunas se presenten revestidas de “conservación”.

Dr. Fidel José Fernández y Fernández-Arroyo

Presidente del Fondo para el Refugio de las Hoces del Riaza.

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