m. Quelonio (tortuga) de agua dulce.
alebrarse.
Echarse al suelo quedándose inmóvil como las crías de las liebres, los lebratos.
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Ayer (N.de la R.:por anteayer) ví en el campo muchas primeras cosas: la primera flor de un cerezo, la primera flor de un peral y las primeras lebriecillas de la temporada. Te adjunto su fotografía. En una cama muy poco elaborada descansan dos lebratos de pocos días. Sobre uno de ellos he colocado una moneda de un euro para que sirva de comparación. Aunque tenían los ojos cerrados y todavía no andaban, se dieron cuenta inmediatamente de mi presencia y erizaron el pelo. No es habitual que las liebres tengan juntas a sus crías en una misma cama. Lo normal es que las crien en varios sitios que la madre recorre sucesivamente para alimentarlas y así repartir el riesgo de que sean localizadas por sus predadores. De hecho, a unos diez o doce metros de distancia encontré un tercer hermano.
Un abrazo. Joaquín
29/3/2010