Mis ojos pudieron admirar la belleza de la dehesa a través de la mirada del abejaruco, que se sirvió de la alambrada para contemplarla.
Isabel Fernández Bernaldo de Quirós
Mis ojos pudieron admirar la belleza de la dehesa a través de la mirada del abejaruco, que se sirvió de la alambrada para contemplarla.
Isabel Fernández Bernaldo de Quirós
Isabel Fernández Bernaldo de Quirós